Hace mucho tiempo había
escuchado sobre la travesía que algunas personas realizaban desde Nebaj - El
Quiché hasta Huehuetenango, siempre había tenido la curiosidad por
realizar dicha caminata, en Guatemala son pocas las personas que he conocido que han
realizado esa travesía.
Recientemente
un grupo de aventura de aventura iba a realizar este evento, me iba a reunir
con el grupo, pero de repente un compañero me escribió, mi compañero
"Fede". Otra persona que también tenía interés por realizar
esta ruta, él es otra persona que le igual que a mi le encanta explorar por su
propia cuenta.
Al principio estábamos
un poco indecisos si unirnos al grupo o realizarlo la travesía por nuestra
cuenta porque teníamos pocas referencias de la ruta. Pero nuestras ansias de
explorar nos decía que debíamos hacer por nuestra propia cuenta,
analizamos un poco la logística de la travesía y lo vimos factible por lo cual
optamos realizarlo por nuestra cuenta.
Por lo general la
travesía se hace desde Nebaj-El Quiché para Chuchumatanes- Huehuetenago, por
cuestiones de logística, ya que nosotros íbamos en modo mochilero y dependíamos de
transporte, nosotros realizamos la travesía al contrario, desde Huehuetenango
hasta El Quiché, con otra diferencia que no empezamos desde los Cuchumatates,
nosotros empezamos desde la Capellania.
Día 1
Un jueves por la
noche tomamos el bus que nos llevaría hasta Huehuetenango, este bus llego
como a las cuatro de la mañana a
Huehuetenango, luego caminamos hacia la terminal. Mientras caminamos hacia la
terminal, en el camino vimos un carro a
la mitad de la carretera, cuando nos acercamos vimos que era una accidente, a saber cómo
paso pero era un pickup que se había empotrado en un bloque de cemento que
divida la carretera, eran tres personas que iban en el carro, una resulto herida, estaba desangrando
en la banqueta cuando nosotros llegamos, dejamos tiradas nuestras mochilas y
fuimos ayudar, el carro había quedado empotrado en los bloque se cemento, así
que había que moverlo para que no ocasionara más accidentes. Mientras estábamos moviendo el carro, otras
personas llamaron un taxi para llevar al herido al hospital. Estuvimos como
unos 15 o 20 minutos en el lugar, logramos mover el carro y el herido se fue al
hospital, espero que el herido se haya recuperado, realmente no supimos que
paso pero creo que el que iba manejando el pickup pudo quedarse dormido dado
que era de madrugada o simplemente se distrajo en el camino y no vio los bloque
que dividían el camino,
luego que todo se calmó, seguimos con nuestro camino y llegamos hasta la
terminal de buses.
Cuando llegamos a la
terminal, buscamos algo de desayunar para estar listos para nuestra
caminata, encontramos un local donde
estaba una señora bien amable que nos ofreció chuchitos y atolito, para comenzar
el día estaba genial, así que nos deleitamos de la comida que nos ofreció.
Luego tomamos un bus
que nos llevaría hasta el lugar llamado “La Capellania”, llegamos a la Capellania a eso de las 6:30. Y allí comenzó nuestra travesía, días antes
estaba lloviendo pero el cielo de este
día en la mañana estaba despejado, excelente para iniciar nuestra caminata.
En el camino
encontramos varias personas a la cuales íbamos saludando, caminamos como 40
minutos y llegamos hasta una tienda, aquí preguntamos si íbamos bien en la
ruta, a lo cual nos dijeron que si pero también se sorprendían cuando les decíamos
que íbamos hasta Quiché.
Anteriormente yo había
pasado por este camino pero había llegado hasta una posada llamada el Unicornio
Azul, después de allí el camino era
totalmente desconocido. Llegamos hasta una
tienda donde preguntamos por el camino, allí encontramos a una maestra que iba
de camino, ella iba a ensayar unas presentaciones que iba realizar con sus
alumnos, y como le quedaba el camino nuestra rutas nos acompañó un pequeño trayecto, junto con ella
iban sus alumnos.
Así seguimos nuestro
camino, encontrándonos más personas a la cuales le preguntábamos por el camino
y muy amablemente nos indicaban por dónde ir, llegamos hasta una parte donde había
una bajada, donde podíamos observar el otro lado de la montaña que era hacia
donde nos dirigíamos.
Siguiendo los
senderemos llegamos a eso del mediodía hasta la parte más baja donde se unían las
montañas en medio había un río donde nos dimos un chapuzón, como a la 1:00 de la tarde retomamos el camino, pero
nos preocupamos un poco porque parecía que iba a llover, caminamos unos 20
minutos y empezaron las primera brisas, caminamos otros 30 minutos pero empezó a
reciar un poco más, el camino estaba todo enlodado por eso nos costaba avanzar
un poco.
Como a la hora empezó
a llover fuerte, mi compañero Fede se adelantó un poco para ver si podíamos pasar
en alguna de las casas, por un momento lo perdí de vista, lo alcance como a los
15 minutos estaba esperando en una de las casas que encontramos el camino, en
esta casa me conto que encontró un perro que casi lo mordía, lo dueños salieron
a ver qué pasaba, me conto que los dueños salieron a ahuyentar al perro y
aprovechando pidió posada, cuando yo llegue ya estaba platicando con los
señores, así que llegue directo a buscar refugio.
Como íbamos a
esperar que se pasara la lluvia, decidimos que íbamos a almorzar. Creo que el
señor escucho, nosotros a sacar nuestro almuerzo íbamos cuando el señor nos invitó
amablemente a comer papas dentro de su casa.
Su casa era de
madera y láminas, adentro tenía un lugar donde juntaban la leña para hacer
fuego, habían más personas, señoras y niños.
El señor muy amable nos sirvió un plato de papas, el cual recibimos con
mucho gusto. Platicando con él nos contaba un poco de cómo era la vida allí con
ellos y que ellos solamente cultivaban para comida diaria y no para vender. También
nosotros compartimos un poco con ellos de los alimentos que llevábamos, yo
llevaba un poco de carne preparada, la comimos con tortillas que ellos mismos
preparaban.
Solamente ellos sabrán
las penas que pasan para obtener sus alimentos, sin duda un gesto muy amable de
ellos, ya que lo poco que tenían lo compartían con
nosotros, una experiencia muy buena que nos sirve para reflexionar.
Entre platicas y la
comida paso como una hora, en ese tiempo
bajo la intensidad de la lluvia a una pequeña brisa, ya eran como las tres de
la tarde y aun nos hacía falta mucho camino por recorrer, nuestra meta era
llegar hasta una aldea llamada Chortiz, así que nos despedimos y les agradecimos
por su hospitalidad a los señores y seguimos con nuestro camino.
Avanzamos dos horas,
el camino estaba lodoso y era un poco difícil de avanzar, Fede llevaba un paso más
rápido que el mío, así que iba más adelante, en cierto modo para ir viendo que
camino era el que teníamos que tomar, como íbamos caminando entre las casas
muchas personas se nos quedaban viendo, las mayoría un poco extrañadas de que
nosotros anduviéramos por allí. Alcance nuevamente a Fede en una casa, donde
encontramos a un montón de niños. En esta casa nos indicaron cuanto tiempo nos hacía
falta para nuestra meta del día, aun nos hacía falta mucho y ya estaba cayendo
el anochecer, al parecer faltaban unas
dos o tres horas de camino, los señores de la casa les dijeron a los niños que
nos fueran a encaminar.
Caminamos unos 20
minutos y llegamos hasta una carretera que parece que conecta con Aguacatan (un
poblado cercano), en este lugar se nos pegó una persona que estaba algo borracha la cual nos costo que se nos despegara,
a todo esto ya eran como las cinco de la tarde. Dada la situación tratamos de avanzar un poco más
después de la carretera pero como no sabíamos realmente cuanto faltaba y también
tomamos en cuenta que no íbamos a caminar de noche dado que no conocíamos el
lugar y podía ser peligroso ya que podía a dar a mal entender que nosotros como
extraños estuviéramos caminando por lugares a esas horas, por lo cual decidimos
regresar y quedarnos en una casa que nos habían ofrecido, en la casa no había nadie pero para no
molestar nos quedamos en el patio, allí acampamos.
Día 2
Al día siguiente
desmontamos el campamento como a las siete de la mañana, caminamos como una
hora y con esto terminamos lo que nos hacía falta por ascender de la montaña,
encontramos una gran planicie llena de formaciones rocosas, muy extraña pero así
es el panorama del lugar, también por esto rumbos hay muchas plantaciones, así
que por la mañana vimos varias personas que iban a cultivar sus cosechas, ya
por estos rumbos la gente ya no veía tan extraño que fuéramos caminando hasta
Quiché. Desayunamos en esta parte donde se miraba la planicie, sin duda un
paisaje muy hermoso e impresionante a la vez.
Caminamos por la
planicie y descansamos un poco para disfrutar de los alrededores, luego
seguimos el trayecto y desde lejos observamos Chortiz, que es la aldea que
divide Huehuetenango y El Quiché, aquí había una pequeña laguna. Luego pasamos
por los caseríos de la aldea, en este lugar ya nos sentíamos como extranjeros
ya que en el lugar se habla la lengua quiché, era muy poco lo que entendían de
español, fue un poco extraño este choque cultural, no podernos comunicar con
las personas fue un poco complicado, aun asi cruzamos un par de palabras en
español lo suficiente para saludarlos.
Hay que mencionar
que algunas de estas personas que vinieron a vivir a esta parte con tal de
huir del conflicto armado que vivió Guatemala en épocas pasadas, la mayoría de
gente es tímida y habla muy poco el español y con más razón lo puedo comprender,
creo que es una parte de Guatemala, que se quedó pausada en el tiempo.
Estuvimos unos 15
minutos en el lugar, luego nos teníamos que dirigir al siguiente pueblo llamado
Chuatuj, aquí seguimos caminando por planicies, en el camino encontramos varia
gente pastoreando sus ovejas, se respiraba un ambiente muy tranquilo, tan
tranquilo que podría haber pasado todo el día allí. Me sentía muy a gusto, sin
sonidos de automóviles, sin bulla, simplemente soplaba el viento en el pasto,
te podías sentar y respirar ese aire puro.
Por momentos añoraba con tener una mi casita allí para vivir el resto de
mi vida, alejado de todo el estrés de la ciudad.
En una de esas
planicies encontramos al grupo con que el al principio nos íbamos a juntar, creo que se
quedaron sorprendidos que anduviéramos allí, la verdad no creo que se lo
esperaban. Como eran conocidos los salude, pero al principio no me reconocieron
ya que yo iba con mi traje de Todos Santos, creo que pensaban que era un guía o
algo así. Pero cuando ya estábamos un poco más cerca ya me reconocieron, al encontrarnos tuvimos una breve platica
para saludarnos y cada quien siguió con
su camino.
Nos separamos y
seguimos con nuestro camino hacia Chuatuj, seguimos avanzando en esas hermosas
praderas, como íbamos a nuestro paso íbamos tomando fotos y disfrutando a
nuestro paso, sin prisas.
Después de dejar una
de las planicies más largas, regresamos a las veredas entre la montaña, en el
camino encontramos una gran formación de piedra, yo me sentía un poco cansado así
que Fede se fue a explorar que había, se desapareció como unos 15 minutos ,
luego me gano también la curiosidad a mí, así que fui a ver que había, cuando
iba subiendo me encontré en el camino a Fede, quien me dijo que había buena
vista desde arriba, así que luego subimos juntos y fuimos tomar algunas
fotografías, para mi sorpresa desde arriba se podía ver Chuatuj ya estábamos muy
cerca, disfrutamos del paisaje pero también no todo fue bueno, también
observamos unas nubes negras, para nuestra suerte ya la lluvia estaba muy
cerca.
Bajamos de la piedra
y continuamos hasta Chuatuj, este lugar estaba un poco más poblado, había varios
caminos, así que nos tocó que preguntar cuál era el camino que nos lleva hasta
Nebaj. Recibimos las indicaciones y seguimos
nuestro camino, no quisimos pasar mucho tiempo en el lugar dado que estaba
empezando a llover y todavía nos hacía falta mucho camino por recorrer, nuestra
meta era llegar hasta Nebaj, pero por la hora que era decidimos mejor que
nuestra meta del día iba ser llegar hasta Acul, que es el poblado más cercano a
Nebaj.
Saliendo de Chuatuj empezó
a llover, pero continuamos bajo la lluvia ya que estábamos con el tiempo contra
el reloj, haciendo cuentas debíamos llegar hasta Acul a eso de las cinco de la
tarde. Después de Chuatuj, el camino que nos restaba era casi en su mayoría en bajada, había parte lodosa y
rocosa, bajamos a paso normal ya que nos dolían un poco los pies y las rodillas, también
había que tener cuidado con no resbalar.
Caminamos como tres horas y media desde Chuatuj
hasta Acul, pasamos por varias aldeas, ya el cansancio nos estaba pegando un
poco hasta aquí ya llevamos unos 40 km de recorrido.
Llegamos como a las
como a las cinco de la tarde, anteriormente ya había visitado Acul, así que conocía
un hostal, el lugar es muy bonito así que se lo recomendé a mi compañero para quedarnos alli.
Fuimos a buscarlo para nuestra suerte todavía estaba funcionando. Al llegar nos
dimos una buena ducha y luego preparamos nuestra cena. Luego de comer,
descansamos. Antes de irnos a dormir empezó una lluvia muy fuerte, que bueno
que nos hospedamos en este hostal porque si hubiéramos acampado hubiéramos pasado
una mala noche.
DÍA 3
Al día siguiente nos
levantamos a eso de las 7 de la mañana, para continuar con nuestra travesía aun
nos faltaban como 7 km de trayecto el cual incluía una parte de montaña.
Refaccionamos un poco y luego partimos, la mañana estaba muy despejada dado que
por la noche llovió mucho, se podía sentir el aire fresco de la mañana y poco a
poco el calor del sol.
Preguntamos por el
sendero que nos lleva hasta Nebaj a la gente que encontramos en el camino y nos
indicó la ruta, esta ruta es la antigua ruta que se ha utilizado para ir desde
Acul a Nebaj y viceversa. Dicha ruta se puede transitar solamente a pie o a
caballo, hay otra ruta que utilizan comercialmente en la cual si entra carro.
En el camino encontramos varias personas que iban para Nebaj y otras que venían
para Acul, en su mayoría gente de edad mayor, imagino que ellos crecieron
caminando por esas rutas, por lo cual les parece algo normal.
Luego de ascender la
montaña había un poco de planicie, luego de caminar en esa planicie se empezamos
a descender, a lo lejos se podía ver Nebaj, sentí una alegría ya estábamos a
unos pocos pasos de terminar nuestra travesía,
en el camino íbamos platicando con las personas le contábamos de donde veníamos
y casi siempre nos preguntaban:
¿Qué andan buscando?
¿Por qué vienen desde tan lejos caminando?
Y les respondíamos: “teníamos
feriado y aprovechamos para venir a caminar, nos habían contado que por aquí hay
senderos muy bonitos”
Luego empezaba a
fluir la conversación, conversábamos acerca de cómo vivían ellos y también nos
preguntaban acerca de la vida de la capital, fue agradable intercambiar
palabras con ellos, te otra perspectiva de cómo es la vida en otros lugares de
tu propio país.
Como a eso de las diez
y media llegamos hasta Nebaj, para
suerte de nosotros, llegamos en fechas de fiesta patronal, en este lugar
celebran a la Virgen de la Asunción, así que estaba muy alegre el ambiente,
justamente cuando llegamos estaba entrando la procesión, este es uno de los
pueblos que combinan la religión con sus costumbres indígenas.
Disfrutamos un poco
de las celebraciones que estaban haciendo en el lugar.
Luego retornamos
hacia la capital, tomando la siguiente ruta. Nebaj hacia Santa Cruz del Quiché,
luego un bus directo hacia la capital. Fue tardado el trayecto ya que muchos
disfrutaron ese fin de semana para viajar, el bus en que veníamos, parecíamos
salchichas, ya no cabía ni un alma más, estábamos a eso de las 9 de la noche en
la capital.
Un viaje lleno de
muchas sorpresas, una travesía de dos días y medio con un recorrido de un
aproximado de 50km, un viaje que si no lo hubiéramos hecho al estilo mochilero
no hubiéramos tenido la oportunidad de convivir con tantas personas en el
camino, literalmente hicimos un viaje Guatemala piel adentro, me encanto
caminar entre las montañas ver las casas entre las montañas y ver cómo viven en
una tranquilidad pero a la vez también me hizo dar un golpe con la realidad, ya
que aunque ellos viven en tranquilidad tiene muchas carencias entre ellas es
ver cómo le hacen para conseguir sus alimentos, ya que la mayoría sobrevive con
lo que cosecha y como ya mencione un parte de Guatemala donde al parecer la el
tiempo se quedó pausado, espero que poco a poco estos pueblos puedan mejorar su
calidad de vida, claro sin perder su esencia indígena.